Viaductos A-66

Soluciones originales en la reparación de los viaductos sobre el Rio Duero en la A-66

En los últimos dos años Collosa ha aplicado soluciones originales a las labores de reparación de los viaductos sobre el Río Duero en la A-66 a su paso por Zamora, una obra adjudicada por el Ministerio de Fomento en 2018 que se ha resuelto mediante el refuerzo estructural de los cajones de hormigón con acero a través de un método constructivo poco convencional.
 
Estas obras, dirigidas por el ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, Álvaro García Martín, consistieron en adosar a las vigas originales en los 277 metros de longitud de los viaductos otras vigas de hormigón posteado con acero corten S355, con un canto de casi 2 m.
Conceptualmente la solución proyectada era sencilla (se trataba de un forro metálico), a nivel de cálculo no lo era ya tanto (se convertía el viaducto original -formado por un único cajón de hormigón- en una estructura mixta con un cajón hormigón-acero), y constructivamente podía haber sido todo lo sencillo que se quisiese si se hubieran planteado métodos constructivos más convencionales (como la ejecución de penínsulas de tierra en el río para poder acceder con cualquier medio auxiliar, el transporte mediante barcazas en el río de las vigas de acero a instalar y posterior izado de las mismas mediante gatos o la instalación de cimbras colgadas para la instalación de dovelas de escasa longitud, etc.).
Collosa, consciente de los plazos exigidos por el Ministerio, donde no cabía ninguno de los planteamientos indicados anteriormente, optó por aprovechar los actuales viaductos para la instalación de sus propios refuerzos. Cabe reseñar que dichos viaductos, debido al estado y patologías manifestadas en los mismos, obligaban a una restricción de cargas importantes en cuanto a los elementos a posicionar en los mismos. Además, los trabajos que eran precisos realizar para la conexión de dichas vigas (taladros e hidrodemolición del tablero), agravaban aún más dichos condicionantes.
El aprovechamiento de los actuales viaductos para el refuerzo indicado pasó finalmente por realizar el montaje mediante el empleo de dos grúas de 130tn de capacidad de carga, y poder así instalar dovelas de 20tn de peso medio y 30m de longitud máxima.
Es por ello, por lo que Collosa, con el fin de garantizar con total seguridad los trabajos a realizar, realizó un estudio exhaustivo de toda la cinemática del montaje. De forma unitaria se estudiaron cada una de las 12 maniobras de instalación de las dovelas que conformaban las 8 vigas, así como de las 8 pilas centrales en “V” cuyo emplazamiento se enmarcaba sobre el propio cauce del río, para que de ninguna forma ninguna de las cargas puntuales transmitidas por los apoyos de las grúas excediesen las cargas máximas puntuales definidas por el proyectista. En total se realizaron 80 maniobras con grúas en ambos viaductos.
La particularidad de esta maniobra es que el posicionamiento de las dovelas se situaba por debajo del emplazamiento de las grúas. Por dicho motivo, Collosa procedió al diseño de un elemento metálico (pinza), que permitía recoger la carga (dovelas posicionadas y descargadas sobre el propio tablero), elevarla, alejarla para salvar el voladizo del puente de cerca de 5m, realizar un descenso y aproximarla a su emplazamiento definitivo.
Para el acceso a los trabajadores en estas maniobras (así como al resto de trabajos necesarios), Collosa procedió al diseño, cálculo y fabricación de dos carros de trabajo con plataforma en negativo que permitían con total seguridad el acceso a los trabajadores y operarios a todos los puntos de trabajo. Estas plataformas móviles permitían su posicionamiento en cualquier punto en los 277m de viaducto y disponían, como no podía ser de otra manera, de marcado CE y Declaración de Prestaciones para contar con todas las exigencias legales en materia de seguridad.
Para complementar todos los accesos a las vigas que se situaban sobre el cauce, Collosa dispuso de una barcaza de 8tn de capacidad de carga donde se instaló una torre de andamio “europeo” que permitía acceder a cualquier punto de las vigas.

Igualmente, mediante el empleo de pantalanes de 20m de longitud y 1,5m de anchura, se dispusieron de andamios motorizados, para que desde la orilla todos los trabajadores pudieran acceder a los mismos, y posteriormente desde el propio andamio (colgado del tablero), pudieran acceder a todo el paramento de las pilas en “V” donde era necesario acceder para realizar numerosos trabajos.
Ambos elementos flotantes se trasladaban mediante el empleo de una pequeña barcaza con motor, y un sistema de cables, lastres y retenidas para ajustarse así a los diferentes emplazamientos a los que era necesario acceder.

Corporación Llorente
Valladolid